Para pensar y opinar.

Toda nuestra vida es una constante toma de decisiones
Jorge Boza






Toda nuestra vida es una constante toma de decisiones, algunas importantes otras triviales, y en cada una de ellas elegimos un camino en desmedro de otro. Desde elegir el desayuno (si tomo te o café) hasta la carrera que vamos a seguir es nuestra elección personal la que hace la diferencia.

Cada decisión a su vez tiene consecuencias que pueden ser evidentes o no y pueden disparar procesos que quizás jamás hubiéramos imaginado. Hagamos un ejercicio: tomemos en cuenta por ejemplo la razón de vivir en esta ciudad y no en otra, cuales fueron los hechos que desencadenaron el estar aquí, exploremos que otras posibilidades podrían haber sido si algo hubiera sido distinto. Veamos como a veces pequeñas causas generan grandes cambios.

Cuando meditamos en estos temas comprendemos que no es necesaria una gran energía para poner en marcha un proceso y que en muchas oportunidades una palabra, una experiencia o una persona han influenciado notoriamente en nuestras vidas. Así ya no es trivial cada decisión que tomamos porque podemos comprobar por nuestras vivencias el poder de lo pequeño.

De la misma forma que podemos decir que una pequeña acción produce un sin numero de efectos, podemos afirmar también que una sola persona puede hacer mucho tanto para si misma como para quienes lo rodean.

Nuestro conocimiento del mundo se ha hecho tan vasto que en oportunidades creemos que somos una partícula insignificante, que la realidad es tan compleja que es inalterable. Esta afirmación nos frustra y ante la impotencia respondemos con violencia. Creemos que solo lo grande y complejo puede ser protagonista y si no nos sentimos parte de algo grande y complejo nada podemos hacer, aunque día a día (como vimos en nuestro ejercicio) tengamos pruebas de lo contrario.

Avanzando un poco mas podemos decir que en el mundo existen básicamente dos fuerzas en lucha, el campo de lo mecánico versus el campo de lo intencional. Puedo dejarme llevar por los acontecimientos que otros generan o generar yo mismo esos acontecimientos. Puedo vivir una vida mecánica de principio a fin o puedo intentar algunos cambios...y aun en este punto todo ser humano tiene la libertad de elegir.

Nada en la naturaleza tiene libertad de elección, ni las piedras, ni los árboles, ni los animales, solo el ser humano puede ser libre de los condicionamientos.

Eso no significa que nos lancemos al vacío, existen leyes naturales con las que hay que contar, no es forzando violentamente como logramos los objetivos sino comprendiendo dichas leyes y usándolas a nuestro favor.

Hemos llegado muy lejos desde aquella caverna en que nuestros primeros antepasados habitaban, pero el camino por recorrer aun es largo. Nadie puede saber hasta donde llegaremos solo sabemos que cada pequeña acción de tu parte como de la mía forja nuestro destino.

Así que tomate un tiempo para ver hacia donde va tu vida y busca esas pequeñas cosas que podrían hacerte una persona mejor, tener una vida mejor. Quizás la costumbre te impida ver en principio esas acciones, para eso estamos los demás, pedí ayuda.