Nos matamos o nos tomamos un vino?

Por Alejandro Rozitchner

¿Cuál es la principal diferencia política? No, no es tanto si uno apoya al gobierno o apoya a algún candidato de la oposición, si prefiere una sociedad regida por los principios de la libertad del mercado o una sometida al estricto control del Estado. Ni siquiera tiene que ver con que uno se sienta más cercano a la izquierda o a la derecha, términos que son ya ficciones ideológicas que nada real designan. La principal diferencia política es hoy humana, y tiene que ver con el valor que uno le adjudica a la posición política.
No tanto con una posición dentro de ella, sino con la relación que tenemos con la cosa política. La principal diferencia es qué importancia se le da a la política, que capacidad le otorgamos para afectar las relaciones entre las personas.
Me explico: décadas atrás, la diferencia política era vivida como una distancia fatal, llevaba incluso al uso de las armas y a la muerte. No todo el país participaba de esa locura -se trataba de sectores minoritarios-, pero había muertes, muchas, y de variado tipo. Toda la sociedad estaba atravesada por esa violencia. La diferencia política cobraba sentido a partir de una posición absoluta e intransigente: no se trataba de adversarios sino de enemigos, y si los enemigos estaban muertos, mejor. Si no estaban muertos había que matarlos, y eso era considerado heroico, se presentaba incluso como la persecución de un "sueño", o como un modo de curar al país.
Hoy en día, en lo que suele describirse como un desapasionamiento negativo pero que bien mirado resulta un cambio indudablemente evolutivo, la diferencia es tolerada, al punto que uno puede tener un amigo que piense muy distinto y hasta seguir queriéndolo. Podemos compartir una mesa, beber juntos y decirnos maldades disfrutando la conversación, sin tener que matarnos ni causarnos ningún daño menor. Hoy podemos preguntarnos: ¿Comerías un asado con uno de Quebracho? ¿Y con uno del Opus Dei?
Este cambio es importante, y señala un progreso de la política argentina. De una política tanática (para la que la muerte era una opción y un valor), cerrada, violenta, fanática, hemos pasado a una tolerancia democrática, a una convivencia a veces exasperada, pero generalmente inofensiva. Hemos pasado de ideales que pedían el sacrificio personal, que pedían nuestra vida, a un estado de deliberación en el que tratamos de trabajar con ideas que ayuden a vivir, en vez de hacerlo con planteos extremos que llevan a la violencia.
Es como si hubiéramos aprendido que el modo de solucionar los problemas de una sociedad tuviera más que ver con el arte que con el absoluto, con el cuidado consciente más que con la tensión iluminada y excluyente. Sí, igual nos quejamos -y con razón- sobre la incapacidad de hacer acuerdos, de entendernos, de elaborar políticas comunes. Igual persiste un estilo de choque, y un alto grado de esterilidad, y querríamos ser capaces de mayor eficacia. Al menos la buscamos en otro lado. O de otra forma.
Por supuesto que no estamos en el mejor de los mundos (dicho sea de paso: el mejor de los mundos no existe, es una imaginación que produce más descalabros que avances), pero nuestra situación actual abre un juego de convivencia que, bien llevado, puede permitirnos progresos aun más significativos. ¿No nos gusta la situación de nuestro país? Está en nuestras manos participar e inventar, de manera de lograr cambios evolutivos. La historia es lenta, los cambios toman décadas.
La superación de la violencia política entre nosotros no es un paso menor, es una gran conquista y conviene que seamos conscientes de ella. Falta mucho por hacer si queremos que el país sea capaz de otras cosas, pero al menos sabemos de un modo vago para qué lado hay que ir. Podemos ser amigos de los adversarios políticos. Es un buen plan.
Alejandro Rozitchner es escritor, filósoso y novelista, trabaja como inspirational speaker y es asesor de la Secretaría General del Gobierno de la Ciudad.

8 comentarios:

daniel jorge dijo...

la principal diferencia politica hoy ..es la humana

Daniel M. Rigoni dijo...

... y por lo tanto filosófica.

Jorge Boza dijo...

Todavia sigue vigente la diferencia de como se usa el dinero y el poder y si estos se distribuyen o se acumulan

Miguel Martín dijo...

Y esa es la lucha, Jorge, luchar por una mejor distribución del ingreso, y no desigualdades tan brutales como muestra nuestra sociedad ...

Jorge Enrique Paso dijo...

Como distribuir el ingreso? como hacerlo mas justo?. En mi opinión existe una linea básica sobre la cual el ingreso se debe distribuir solidariamente, esa linea básica es la supervivencia, mas arriba la distribución tiene que ser realizada a través de la igualdad de oportunidades, es decir el que quiera comer pescado que se moje el culo.
Creo que las asignaciones familiares, el acceso a las jubilaciones de aquellos que nunca tuvieron aportes y varias políticas mas de este gobierno están dentro de la distribución solidaria. Y mas que distribución solidaria es una "obligación" solidaria de toda la sociedad para con aquellos que se encuentran excluidos de cuestiones elementales como la salud, la educación, la vivienda y lo mas elemental de todos la alimentación.

Jorge Boza dijo...

Tocayo estaria de acuardo con vos si el juego del sistema realmente fuera justo, pero todos sabemos que muchos no necesitan mojarse para tener pescado, obligan a otros que no han tenido la misma suerte, a mojarse por ellos.

Jorge Enrique Paso dijo...

Una sociedad siempre distribuye las funciones de cada uno. En una sociedad nunca existira la igualdad de trabajos o funciones. Una sociedad esta compuesta por distintos engranajes que en su conjunto la hacen funcionar. La igualdad de oportunidades consiste en la posibilidad de que cada uno elija estar en donde quiera estar, trabaje para ello y llegue a donde se lo propuso. O sea que cada uno pueda modificar la función o lugar que le toco al nacer. Pero ello con trabajo, tezon, empeño y no llovido desde arriba. Obviamente que todo esto por encima de la linea de obligacion solidaria de la sociedad de darle acceso a todos a la salud, educacion, vivienda y alimentacion.

Jorge Enrique Paso dijo...

Obviamente que esa es mi opinión fundada en un deseo personal que no esta en la realidad. Obviamente que el dinero esta por encima de todo eso, pero tocayo dejame soñar un rato :)

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