Martín Fierro da consejos morales a sus hijos y al hijo de Cruz:
"los hermanos sean unidos… / que si entre ellos pelean / los devoran los de afuera"; se lamenta que "naides toma a pecho / el defender a su raza", aunque tiene la certeza que "han de concluir algún día / estos enriedos malditos". No por los políticos falsamente amigos del pueblo: "de nuestros males / hablan mucho los puebleros", pero "aumentan el fandango / los que están, como el chimango / sobre el cuero y dando gritos". Debe ser obra del pueblo mismo, "que el fuego pa calentar / debe ir siempre por debajo". Alienta por boca de Cruz una promesa mesiánica en la restauración de la Argentina:
"Y dejo rodar la bola / que algún día ha’e parar / tiene el gaucho que aguantar / hasta que lo trague el hoyo / o hasta que venga algún criollo / en esta tierra a mandar".
Interpretación de José María Rosa
0 comentarios:
Publicar un comentario