¿Para cuándo el 6,7,8 Madariaga? Ya está en Gesell y con una importante cantidad de adherentes. Evitemos (del verbo Evita, bastión de la dignidad...) al intermediario y vayamos por más. No son muchas las oportunidades y hoy tenemos una. Ni un paso atrás con la Ley de Medios Audiovisuales; ni un paso atrás con las conquistas de los últimos seis años; ni un paso atrás con la recuperación del discurso, con la posibilidad de llamar a las cosas por su nombre. "Soy un hombre viejo que agota sus palabras" diría Benedetti. Soy un hombre viejo, pero algo volvió a sonar. Hay una cosa que volvió a caminar por el cuerpo y me hizo recuperar cierto grado de ilusión. Y si bien mi causa es la emancipación del proletariado (¿suena antiguo verdad?), aprendí hace muchos años que a los movimientos sociales, la condición de revolucionarios se la da su composición de clase. Y la tarea de un revolucionario es estar con la clase trabajadora. Y la clase trabajadora es peronista. La singularidad argentina, la obstinación argentina. Me asumo como internacionalista, trosko, pero viejo. Peronista...
Borges, me haces acordar a un viejo amigo, seguí haciendo estos comentarios, me enriquecen, me revuelven el seso para hacerme pensar un poquito más constructivamente.
7 comentarios:
Aguante 6,7,8! Muy bueno, Fer, creo que Barragán da clases de guitarra también!
6,7,8 gracias , yo tambien soy la mierda oficialista y estoy osgulloso
un poco de humor, bienvenido sea!
¿Para cuándo el 6,7,8 Madariaga? Ya está en Gesell y con una importante cantidad de adherentes. Evitemos (del verbo Evita, bastión de la dignidad...) al intermediario y vayamos por más. No son muchas las oportunidades y hoy tenemos una. Ni un paso atrás con la Ley de Medios Audiovisuales; ni un paso atrás con las conquistas de los últimos seis años; ni un paso atrás con la recuperación del discurso, con la posibilidad de llamar a las cosas por su nombre. "Soy un hombre viejo que agota sus palabras" diría Benedetti. Soy un hombre viejo, pero algo volvió a sonar. Hay una cosa que volvió a caminar por el cuerpo y me hizo recuperar cierto grado de ilusión. Y si bien mi causa es la emancipación del proletariado (¿suena antiguo verdad?), aprendí hace muchos años que a los movimientos sociales, la condición de revolucionarios se la da su composición de clase. Y la tarea de un revolucionario es estar con la clase trabajadora. Y la clase trabajadora es peronista. La singularidad argentina, la obstinación argentina. Me asumo como internacionalista, trosko, pero viejo. Peronista...
Borges, me haces acordar a un viejo amigo, seguí haciendo estos comentarios, me enriquecen, me revuelven el seso para hacerme pensar un poquito más constructivamente.
que feo este blog está lleno de oficialistas!
POR LO MENOS FIRMAN LOS COMENTARIOS Y POR ESO LOS RESPETO
J.DOMINGUEZ
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