EL ENCUENTRO

Por María Mercedes Ramírez

"De pronto me falta el aire, es que acude a mi tu recuerdo,
y se que pronto nos encontraremos y volveremos a vivir como amantes furtivos."

Como cada mes que podemos reencontrarnos.
A veces tenemos suerte y no pasan mas de quince días y
entonces tenemos esas conversaciones
extrañas acerca de cómo seria estar juntos y empezamos
a explicarnos uno al otro, como pequeños Freud pero todo termina en carcajadas.
Si pudiera decirte como adoro reír contigo, tanto como el momento posterior,
cuando la risa se disipa y vuelves a posar tus ojos en mi,
es entonces cuando comienza la transformación, lentamente tu mirada se vuelve mas
y mas lasciva y podría decir que eso me da asco, pero no seria verdad,
hasta llego a pensar que es lo que hizo que me fijara en ti,
cuando te mire por primera vez.
Aquel chico tan formalmente vestido, con rasgos delicados, aniñado,
y con personalidad de arlequín, pero al que nunca abandona esa mirada
que mata al niño dulce y simpático para dar paso al diabólico Demian,
que me ataca con salvaje pasión , con todos tus tentáculos,
presionando mi cuerpo hasta casi asfixiarme , susurrando plegarias en mi oído,
como un chaman en sus ritos religiosos, No lo niego, despertaste el fuego en mi,
aquel que creí apagado después del temporal y me hiciste recordar lo que era capaz de sentir.
Siempre pienso en cual será el secreto conjuro que determina estos extraños encuentros ,que pueden cambiar el resto de nuestras vidas, y que nos provoca el miedo a darnos la oportunidad de dejar que alguien toque nuestras almas ,sin importar si dura un día, un hora , un mes o toda una vida.
Sin duda el rey cronos provoca pavor, porque nos recuerda que todo termina alguna vez,
pero si pensáramos un momento en el milagro que significa
poder vernos en los ojos de otro y entendernos sin la cárcel de las palabras,
tendríamos mas valor porque sin duda ; amar puede provocar temor
pero no hacerlo debería provocarnos horror,
por eso finalmente mi corazón se entregarme sin reparos y aun si tu decidieras
no arriesgarte acompañarme en esta aventura, sabría que valió la pena,
porque finalmente volví a sentirme intensamente viva,
a encontrarte y a encontrarme también.