Se que el otro día les manifesté que era la última columna del año, y no les mentí, no, no lo hice. Solo que no quería que se fuera este 2009 sin saludarlos y sin darles las gracias, por lo menos eso, y como ser escueto es difícil me extenderé un poquito, más que nada en deseos para todos ustedes…y como ya dije, como no miento, deseos también para mi, ¡Qué jorobar!
Termina el año, si, así es, se fueron otros 365 días en este país de película, que desde hace tiempo es una de Hitchkok. Pasó el 2009 que se llevó a la Negra Mercedes Sosa y a Raúl Ricardo Alfonsín a respirar aire a otro sitio, según la metáfora usada siempre por el maestro periodista Rodolfo Braceli. Pero no desarrollaré estas líneas repasando los sucesos del año, no, eso queda para otros.
Solo pasé por aquí a saludarlos amigos lectores, saludarlos a ustedes y decirles gracias por ese corajudo acto (otro término Braceliano) de todas las semanas que fue el leerme.Quería darme una vuelta y saludar a Guillermo y a Beto que me dieron la posibilidad de ahorrarme unos mangos en el psicólogo, ya que, si esto que garabateo en el papel primero y tecleo en la compu después lo lean otros y bue, el exorcismo es mayor y te ahorra la terapia.
Quiero cerrar este año que ya me tiene instalado en Mar del Plata a la espera de los sucesos del verano, con varios anhelos que deseo para usted y para mí, en definitiva que deseo para todos. Anhelos que por ahí son chiquitos, escuetos, vulgares si quiere, pero son sinceros, en definitiva son los que valen. Aquí vamos.
-Ojala que el año que viene inventemos 2010 palabras para alentar la vida.-Ojala que el año que viene encuentren las 2010 costumbres desacostumbradas de ser feliz.-Ojala que el año que viene produzcamos (aparte de más soja, trigo, carne y trabajo, y menos políticos…) 2010 especies de sonrisas diferentes para hacer reír, especialmente a los niños, que siempre son los que peor la pasan.-Ojala el año que viene recuperemos esas 2010 formas perdidas de años de decir: Hola, te quiero, gracias, de nada…entre otras.
Y como amante futbolero que soy, no me quiero ir sin desear lo que todos deseamos. Aquí va.
-Ojala el año que viene Messi la rompa con la selección y Maradona se reciba de técnico…y siga el mandato perpetuo que Dios le dio, ese que tan bien describe Braceli en el cuento el Arca de Noé (De fútbol somos)*, ese que Diego tanto sufrió, el mismo que nunca pudo disfrutar, o sea, el ser feliz. Por ende, ojala que en 2010, Maradona vuelva a darnos felicidad, esa misma que tanto nos falta como país, como sociedad. Y como ser argentino es algo que le puede pasar a cualquiera*, si nos va bien en Sudáfrica nos creeremos por un rato de que somos los mejores, y con ese pensamiento ya estaremos retrocediendo de nuevo, pero no nos importará, reiremos y le daremos las gracias al Dios olvidado, al Dios terrenal, el que llevó con pasión la 10 en la espalda y a quién se la delegó en este nuevo equipo. Y si nos va mal diremos que ese “Negrito villero” no podía ser el técnico de la selección y que se creyó Dios, en definitiva Maradona pagará más que nunca el tremendo pecado de haber envejecido y haber tenido que dejar de jugar. En fin, don Braceli ya lo dijo: “De fútbol somos y el fútbol nos espeja lo que somos como sociedad”* y si en el deporte de la pelotita de los treinta y picos de gajos nos va mal nos quedará el mundial de Básquet y el mundial de Hochey, en los que todos sabrán tanto como Ginobilli y Lucha Aymar. Pero sea cual sea el resultado en las distintas disciplinas, ojala tomemos por una sola vez como ciertos los títulos de las revistas mientras se desarrollaba la fatídica y nefasta Guerra de Malvinas. Ojalá los argentinos hayamos aprendido la lección de aquellos años, y de aquellos titulares en los que se decía " Vamos ganando" y que lo tomemos para progresar a futuro, y que unidos y de la mano del Dios en el que crean, forjemos en el 2010 una Argentina ganadora, no solamente en el deporte***.
Felicidades, amigo lector. Hasta el año que viene…
Hugo Rodríguez
Posdatas.*Frases tomadas de los libros “Argentinos en la cornisa”, “Caras, caritas y caretas” y “De fútbol somos” del periodista-escritor mendocino Rodolfo Braceli
***Frase del cuento “Vamos ganando, los verdaderos héroes” del libro con título homónimo, primer trabajo literario de quién esto escribe.
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