Su cada vez mayor actividad política contra la dictadura militar de Brasil le valió ser arrestado en 1968 y lo movió al exilio a Italia en 1969. Chico Buarque regresó a Brasil en 1970, donde empleó su fama y habilidad para escribir canciones como protesta contra la dictadura. En esta época su sencillo de protesta (ligeramente disimulada) "Apesar de voçê" pasó desapercibido de alguna manera por los censores militares y se convirtió en el himno del movimiento democrático. Después de vender 100.000 copias, el sencillo fue finalmente censurado y todas las copias fueron retiradas del mercado. A pesar de la censura, canciones como "Samba de Orlý" (1970), "Acorda amor" (1974) y "Vai passar" (1983) hicieron patente la continua oposición de Chico.

Durante los años setenta y ochenta, Chico colaboró con cineastas, dramaturgos y músicos en trabajos que protestaban contra la dictadura.
En el año del golpe militar de Brasil, 1964, Chico escribió sobre la situación y evitó la censura al usar analogías crípticas y juegos de palabras. Por ejemplo, en la canción "Cálice" juega con las palabras portuguesas para "cállese" y "cáliz" para cantar sobre la opresión militar bajo la apariencia de relato bíblico. Aunque bien es cierto que sus letras también abordan temas de carácter más personal, con un aire sutil, y en un contexto musical hondo y refinado.

1 comentarios:

Daniel M. Rigoni dijo...

Recordemos que de él es el tema "O que será", emblema de época para el romanticismo idealista de toda una generación que juntaba sus deseos en la imagen de una exuberante Doña Flor, Sonia Braga, que se debatía entre el malandra y el correcto farmacéutico.

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