Nos encontramos en un momento de intenso debate en torno a las decisiones políticas en Argentina. Hoy en día los polos hegemónicos pelean por qué tipo de proceso político seguirá la Argentina en los próximos años. Desde el debate tanto público como institucional que se dió en nuestras calles, televisores, casas, unidades básicas, comités, sociedades de fomento, celulares, etc en torno a la 125, hemos recuperado (como propone Aliverti)la política como espacio de lucha en el que se dirimen para qué lado se distribuirá la riqueza en nuestro país y cuál es el rol del estado, de las instituciones y de las organizaciones sociales. En este punto es que nos queremos detener a pensar y a proponer. Cuál es el rol de las instituciones y de las organizaciones sociales. Se ha debatido qué significa autonomía en el banco central, cuál es el rol de los medios de comunicación como formadores de opinión pública, qué medidas de bienestar social son las que pueden circular en este momento en nuestro país, si es tiempo de estatizar o nacionalizar algunas empresas que fueron vendidas durante el proceso del neoliberalismo que se inició con la dictadura del ´76 y se profundizó durante los ´90, si la educación y la salud públicas son un servicio o un derecho, se debatió cuáles son los impuestos regresivos y cuales son los que avanzan en la construcción de un modelo de país de los pueblos, si la previsión social debe ser administrada por el estado o debe estar en manos privadas y si los homosexuales tienen derechos igualitarios en torno al matrimonio y la adopción de niños, con las garantias de responsabilidades que ello conlleva...
En algo estaremos de acuerdo seguramente con quienes participamos en este espacio social es que se ha recuperado un debate, una forma de discurso, se han recuperado categorías a las que ha sido necesario volver a darle contenido: Pueblo, Constitucionalidad, Golpe de Estado, Democracia, Institucionalidad, Seguridad jurídica, Previsión social, Estatización, Nacionalización, Privatización, Libertad de expresión, Libertad de mercado, Justicia social, distribución de la riqueza. De esta forma nuestras instituciones que desde ya hace años han estado obsoletas han intentado poner a través de los medios de comunicación y sus gurúes (Majul, Lanata, Kirschbaum, Morales Solá, Leuco, Eliaschev, Bonelli, Asís, Tenembaum, Grondona, Gelblung) ejes de debate relacionados a la institucionalidad. Nos intentan hacer debatir la institucionalidad como un valor en sí mismo cuando éste es el momento de las organizaciones sociales. No es que las instituciones deban dejar de existir, todo lo contrario. De lo que se trata es de pensar y de institucionalizar el fruto de los debates que se dan en y entre las organizaciones sociales. Este es el claro ejemplo que nos ha dejado la democratización de los servicios audiovisuales. Que cuando se construye la legitimidad necesaria para institucionalizar el producto de un debate para transformar la comunicación tomada como un servicio en un derecho social, ninguna barrera de instituciones desvencijadas que no representan ya a nadie podrá detenerlo.
Hemos leído en este Blog un debate con una propuesta en torno a cámaras o personas trabajando en la seguridad en nuestro pueblo. Esto desprende un conjunto de debates que para nosotros son relevantes:
A- Qué tipo de debate político es el de la seguridad. Se trata de un eje mediático de la oposición construido para generar miedo y proponer una debilidad del gobierno. no negamos que este gobierno tenga muchos puntos bajos ni tampoco nos interesa defenderlo, pero es importante entender que las organizaciones sociales no se han puesto a la cabeza de este debate no solo por su caracter reaccionario sino porque
la represión, como forma de control del delito, no es de algún modo una solición al problema. Desde esta óptica es fundamental pensar que la inseguridad es un problema de acceso al trabajo, igualdad de posibilidades, igualdad de acceso a los derechos sociales y de contención en espacios de participación colectiva.
B- Nunca es mejor abaratar el gasto público comprando máquinas en lugar de generar inversión social en dar trabajo a la gente.
C- El problema de la participación y de vacío de contenido de las instituciones nunca es de falta de conciencia sino de anclaje de las problemáticas en la sociedad y los sectores populares.
D- Nunca pensaremos que tan solo debatir solucione problemáticas sino que es necesario debatir en espacios sociales organizados en interacción con otras personas generando propuestas concretas para construir nuevos espacios de participación política.
Por todo esto, repetimos, creemos que es el momento histórico de las organizaciones sociales para renovar las desvensijadas instituciones que no representan a nadie y creemos finalmente que quienes retomen los proyectos de estos sectores son los mediadores políticos que deben representar a los argentinos tanto en el Poder Ejecutivo, Legislativo y en el Judicial.
1 comentarios:
Con referencia al tema de la seguridad, creo que sí, en una buena parte se trata de un eje mediático que usa la oposición política, pero en especial la económica corporativa como ya sabemos y vimos reflejada en los últimos tiempos tan claramente, pero además anclado en buena parte de instituciones que no por casualidad se fueron autonomizando a medida que los sectores políticos cedían espacios. Es cierto que a falta de resultados por otros caminos, hoy es usado para desgastar al gobierno creando miedo y aumentando la sensación de inseguridad. En cuanto a lo que decís acerca del carácter reaccionario creo que es parte del problema y ceder el espacio es abonar ese tipo de discurso, dejar de trabajar sobre estas cuestiones -muy complejas por cierto- desde distintos sectores políticos y sociales, institucionalizados o no, es seguir cediendo terreno peligrosamente a propuestas y discursos represivos.
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