El duelo

Me gustó la idea de subir esta nota de Sandra Russo porque es parte de nuestras
decisiones.

Dos días después de hacerme un aborto, fui a una reunión social en la que había una mujer que poco antes había perdido su embarazo de seis meses. Todos trataban de estar alegres y ocurrentes, pero al mismo tiempo de medirse, de guardar cierto recato. Y aunque esa mujer era muy fuerte y conversaba y sonreía, costaba mucho esfuerzo disipar la nube de angustia y sufrimiento que la envolvía.
Me acerqué a ella en un momento, y a pesar de que no nos conocíamos mucho, me habló de lo que le había pasado. Me dijo que tenía la sensación de que todo era irreal. Me dijo que su cuerpo estaba en esa fiesta, pero que su alma estaba en otra parte. No sé por qué me lo dijo a mí, pero la escuché. Yo del aborto no le dije nada. ¿Qué iba a decirle? ¿Qué yo había decidido interrumpir un embarazo, justo a ella que no lo había decidido y lo había perdido? Era claro que esa mujer estaba sumergida en un duelo del que le costaría mucho salir.

Del duelo del aborto, en cambio, no se habla. Como no se habla del aborto, no se habla del duelo del aborto.

Déjenme decirles a los que creen que de este tema todavía tampoco se puede hablar, que una mujer, si llega a la instancia del aborto, llega acorralada y descentrada. Y llega sola. El momento que va desde saber que se está embarazada al momento en el que una abre las piernas en un lugar sórdido y rodeada por desconocidos es un trance emocional de los más duros, difícil de describir, un trance por el que pasan tantas mujeres y sobre el que sin embargo no hay una sola línea escrita. La soledad es completa.

En muchos casos, esa mujer viene de librar una batalla interna feroz. Porque una parte de ella está dispuesta al embarazo. Quizá no a la palabra embarazo, quizá ni siquiera a la idea, pero en el cuerpo de esa mujer, entre sus células y las de ese embrión, se está gestando también un vínculo. Hay tejidos que se comunican, y sangre que se mezcla, y hay millones de partículas biológicas enamorándose de ese nuevo ser, porque nuestro cuerpo está preparado para el amor, no para el rechazo.

No es necesario que un grupo de fanáticos nos diga que eso que late ahí está vivo. Ese es el desgarro, ésa es la pesadilla. Eso es lo que muchas mujeres que abortan sienten y no pueden hablar con nadie. Eso que late ahí está vivo y es en potencia lo que cada una de esas mujeres alucinan en noches de insomnio. No es necesario el recordatorio de los pro-vida. Vaya nombre. Pro-vida es nuestro cuerpo, que ama más allá de nosotras.

Y a medida que esa mujer comprende que no puede ser madre, porque psíquicamente no puede, porque eso pasa, porque así es la cosa, porque nada en ella logra constituirse en un impulso que la haga vencer adversidades, porque esa mujer es débil o porque tiene mucho miedo, no es que elija abortar: comprende que no le queda otro remedio. No hay muchos posibles peores momentos en la vida de una mujer. Se paga. Por el aborto no sólo se paga en consultorios clandestinos, también se paga un precio mucho más alto con el tiempo, gota a gota, en visiones, en inquietudes, en tristeza sin motivo aparente, en remordimiento.

Ninguna mujer aborta algo que al menos por un instante, en su conciencia, no haya sido su hijo. Y si se llega a hacerlo, si se llega a tomar esa decisión tan dura, es porque sencillamente no se puede seguir, no se tiene resto, no se tiene coraje, no se tiene deseo. Hay momentos en los que algunas cosas no podemos. Es así, ultramontanos: hay momentos en los que algunas cosas no podemos. Así nos hace la condición humana.

Hablar del aborto es necesario para poder decir algunas de estas cosas.

Página/12



6 comentarios:

daniel jorge dijo...

todo un tema a debatir
en argentina se calcula que se realizan 1000 abortos clandestinos por dia
400 mujeres mueren por año por abortos clandestinos.
10% de las mujeres comprometidades en esta problematica tienen entre 15 y 19 años.50.000 mujeres por año se internan por abortos clandestinos.
NI EMBARAZOS FORZOSOS ,NI ABORTOS CLANDESTINOS.LEGISLACION YA."hay momentos en que ,en algunas cosas no podemos"

lunaroja dijo...

Creo que la decisión de abortar es una de las cosas más difíciles y tremendas que nos toca a veces decidir a las mujeres.
El aborto tiene que legalizarse,al menos en los 3 supuestos que hay aquí en España,y que ahora se está luchando por ampliar.
Así se evitarán como comenta Daniel Jorge,abortos clandestinos,que generan enfermedades,infecciones y muertes.
Ya de por sí una mujer que se ve abocada a abortar tiene suficiente miedo,dolor y angustia,como para encima ponerse en manos de gente inepta.

Helvia Catena dijo...

La legalización del aborto es algo muy importante... Evitaríamos muertes, evitaríamos corrupción.
Evitaríamos los fallos tremendos y las "exposiciones" de mujeres que han sido violadas y quedaron embarazadas, y que todavía se la juzgue por abortar. Para mí la presión por el "NO AL ABORTO"
es por una cuestión moralista de la iglesia. La Iglesia si está para bendecir cañones Y (guerras santas)!

lunaroja dijo...

Efectivamente," con la Iglesia hemos topado" todopoderosa,omnipresente,y represora...
Este es otro tema que merece un debate amplio y fecundo.

"Nosotras parimos,nosotras decidimos",el lema que se repite millones de veces,en millones de voces,en todas las manifestaciones pro-abortistas.

Que la Iglesia se limpie la conciencia,después de los abusos de todo tipo que durante siglos se cometieron en su nombre,por no hablar de curas pedófilos..etc..etc..etc...demasiado oscuro y pringoso como para volver a sacar a la palestra aquí.

Helvia Catena dijo...

el estar agazapados tras el poder,
para "poder" y condenar a otros, ese
es el abuso! Eso es el poder usado para abrigar los valores negativos del ser humano. Sea de la Iglesia o del cualquier institución que sea manejada por la omnipotencia, el orgullo, el egoísmo, el cinismo...en fin.
Yo creo volviendo al tema del aborto,
que debería estar ya legalizado.

Anónimo dijo...

"Con tu sotana de hierro
te seguís protegiendo
las culpas del mundo de hoy
rebotan....
Y el Gran Señor de los cielos
estará satisfecho
con tantos pibes en bolas
comiendo sus sueños, mordiendo su voz.
Un rayito de sol
un viento fresco,
para ahogar el dolor.
Esta tierra que sueño
no tiene dueños
somos hijos del sol.
Si ellos dicen la verdad
seguiremos mintiendo
ley de cerdos angurrientos
fuego...."
Fragmento de la cancion "vinito y amor", del grupo Arbolito

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