Brillante síntesis

Hola. Les propongo que lean la siguiente nota de una docente de la UBA, Facultad de Ciencias Económicas. Es sencilla y nos da muchas respuestas a varias preguntas que nos formulamos en el día a día. Guardan relación directa con el empobrecimiento en nuestras sociedades de estas últimas décadas. 

"Los planes de estudios de las carreras de economía vigentes en la mayoría de las universidades (con honrosas excepciones) responden a un esquema de pensamiento neoclásico, neoliberal, que considera que el objetivo del economista es “administrar recursos escasos para satisfacer fines múltiples”. Esa es la definición de economía que se estudia en los libros de texto. Este fin se logra maximizando el placer de los individuos a través del consumo de bienes y maximizando la ganancia de la empresa a través de la mejor combinación de factores productivos. Se utilizan modelos en donde se supone que toda la sociedad es equivalente a analizar a un solo individuo en una isla, un Robinson Crusoe, y que la producción social entera es asimilable a su producción: los cocos que obtiene de la palmera que crece en su islita. Esto que parece un cuento de niños, complejizado en fórmulas matemáticas, estadísticas y econométricas, es lo que se estudia en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.

Cuando se lo comento a amigos fuera del ámbito de la academia se sorprenden, les suena a una caricaturización de la cosa, hasta una exageración. Sin embargo, es lo que estudiamos y enseñamos en las carreras de economía. Esta caricatura sirve para discutir si el mercado es el mejor asignador de los recursos sociales, o lo es el Estado, si éste debe intervenir o no en los movimientos de las variables económicas, de qué manera. Esta visión de la economía tiene un sesgo ideológico muy pronunciado. Por una parte nos muestra un esquema de pensamiento en donde no hay conflicto de intereses. Este Robinson Crusoe es el trabajador, el capitalista, el dueño de la isla, ¡todo junto! ¿Cómo podría esta concepción explicarnos un piquete, un cacerolazo, cómo daría cuenta de los conflictos de distribución de ingreso que observamos en nuestro país a diario? No obstante, es la visión predominante y todo el fixture de materias se organiza en esta línea. Apenas se le dedican un par de asignaturas a analizar la estructura económica y social de nuestro país, o bien, la historia de sus políticas o procesos económicos. Ni hablar de Latinoamérica o sus autores, o teorías alternativas que explican los fenómenos económicos en vinculación con la política. Existen profesores desde luego que incorporan otras lecturas, sin embargo al no reflejarse en el plan de estudios oficial, hace que ellos mismos queden en offside constantemente desarrollando temas que no están en los programas, y que terminan superponiéndose y dándose de manera superficial.
Por otra parte, el enfoque tradicional entiende a la economía como una ciencia neutral, ajena a las cuestiones políticas, que plantea leyes económicas que parecieran imponerse al mundo como la ley de gravedad a los cuerpos, sin que medie ningún tipo de voluntad. Esta visión es un poco naïf si pensamos en la economía real: ¿el economista está fuera del mundo, desligado de intereses económicos, políticos y sociales? ¿Nosotros mismos lo estamos?
Pero entonces la cuestión es ¿qué es lo que esperamos de la universidad, qué espera la sociedad de ella? ¿Esperamos que forme científicos, políticos que busquen soluciones a los problemas que enfrentamos diariamente? O simplemente esperamos que forme trabajadores que atiendan las demandas de empresas privadas que buscan sostener sus niveles de ganancia a costa de salarios bajos, y sin ningún tipo de relación con ese ideal de una sociedad mejor para todos, inclusiva, etc.
Más allá de esta demanda, lo cierto es que docentes y estudiantes son los que llevan adelante el proceso de producción de conocimiento (científico) económico, y esto no es independiente de las decisiones que se toman por fuera del ámbito universitario. Si el ministro de Economía de turno o el gobierno, no aumentan el presupuesto de la universidad, la estructura ad honorem con la que funciona la mayor parte de la UBA tampoco permite desarrollar una carrera con carácter científico, crítico, generar investigación independiente. Si no hay salarios para todos, los que hay son bajos y las becas escasean, no hay incentivos para que el estudiante pueda proyectar una actividad académica.
Gran parte de los estudiantes está pidiéndole a la universidad lo que ella le está dando: una formación profesional para salir a trabajar (aunque con un título devaluado y con maestrías pagas). Otros (y los mismos) le piden algo que no les está dando: herramientas para solucionar el mundo, para solucionar los problemas de la pobreza, desocupación, etc. Lo que produce la universidad es conocimiento, el problema es al servicio de quién está puesto este conocimiento y cómo podemos hacer para apropiarnos realmente de él. No quisiera pintar al economista como el héroe que podrá salvarnos de las miserias que nos generamos, simplemente plantear que si esperamos colaboración en esta área de la ciencia, tenemos que replantearnos ¿qué se estudia en economía, y cómo se adapta la carrera a las necesidades sociales?
Autora: Por Mercedes D’Alessandro *
* Economista Facultad de Ciencias Económicas-UBA.  Fuente: Página12 del 2/8/10. El modelo Crusoe

3 comentarios:

Jorge Boza dijo...

Perfecta conclusion aplicable a toda ciencia: las herramientas son para liberar al honbre o una forma mas de condenarlo?

Daniel M. Rigoni dijo...

reproduciendo el sistema!

Anónimo dijo...

genia,

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