Pensar cansa

Algunas ideas después de la visita de Orlando Barone

El acto de pensar consume energía interna, por lo que pensar permanentemente en todo, causa agotamiento y cansancio a muchas personas. Para evitarlo, la mente genera “ideas mecánicas” que luego de adoptarlas, sirven como respuestas rutinarias a situaciones parecidas. De esta forma, no debemos pensar continuamente, simplemente rescatar de la memoria aquellos pensamientos que utilizamos en el pasado y los aplicamos.

Este mecanismo de generar rutinas es muy útil al cuerpo, porque después de aprender a caminar, por ejemplo, éste lo hace mecánicamente, casi sin prestar atención al acto.

Con las ideas pasa lo mismo, adopto varias frases cortas y las repito a lo largo de mi vida sin pensar tampoco mucho en ello.

Sabiendo ésto, hay gente que se dedica a generar ideas para que otros las adopten, porque una vez que una idea se instala en la mente, esta influirá por mucho tiempo.

Así frases como, “acá siempre lo hicimos así”, “el fin justifica los medios” o “los otros son peores” generan respuestas para casi todo el acontecer humano.

Cuando las frases generadas por uno mismo se mezclan con las adquiridas vía cultura, educación o medios de prensa, sin una adecuada coherencia, vemos como ante una misma mecánica, pero con anécdotas diferentes, uno es capaz de decir cosas increíbles. Por ejemplo una de las frases que más llegada tiene en estos años es la denominada “teoría del derrame”, esa idea de que los ricos generan trabajo, así que si uno les da más dinero, ellos generarán mas trabajo para todos, por lo que es algo bueno. El poder de esta idea es tal, que hace que gente que no tiene nada, esté de acuerdo en darle ventajas a los dueños de campos, porque después de todo, “todos vivimos del campo”; o aceptemos que un gobierno preste dinero a una empresa privada multinacional, porque genera puestos de trabajo. Cuando esta idea de “los ricos generan trabajo” se suma a la “los otros son peores” vemos como las voces que defienden el préstamo de dinero, despotrican contra los que apoyan al campo y viceversa. Otro ejemplo muy interesante es el de la pena de muerte y el aborto, donde vemos que los que apoyan a uno están en contra de otro.

Los principios y las ideologías intentan, a su manera, generar una coherencia para evitar las contradicciones, por lo que no es extraño que los generadores de ideas mecánicas despotriquen contra ellos en la primer oportunidad que tengan.

Pero es posible evitar las rutinas mentales? Es posible pensar cada vez que surge una situación que nos obliga dar una respuesta?, quizás no. Quizás el gasto de energía interna sea excesivo y a menos que logremos alguna forma de generar mas (que la hay), debemos resignarnos a racionar la que tenemos.

Quizás como paso previo, sería bueno revisar más asiduamente lo que “creemos creer”.

Ver que siempre que existe una idea mecánica, ésta está acompañada de un pensamiento bipolar excluyente, del tipo “blanco y negro”, sin darnos cuenta que siempre hay una alternativa, una tercera posibilidad que es la que permite salir de la trampa.

Cuando escuchemos a otros, siempre desconfiemos de los planteos de acumulación de dinero y poder, sin importar lo atrayente que sean las “excusas” que estos personajes intenten vendernos.

Por último, mucha energía interna se va en cosas triviales y sin importancia real. Es así que revisar el sentido de vida que llevamos, también nos ayudará a liberar energía para estar atento y pensar un poco más, y así evitar que otros nos impongan sus ideas.